27 de octubre de 2008

¿descanso?

La fiebre departamental ha terminado momentáneamente.

Los resultados son.

Álgebra Lineal 80
Cálculo Diferencial e Integral 55
Introducción a la Programación 77

Y por el momento tengo un "descanso" hasta noviembre, cuando enfrentare los de química orgánica y general, y en diciembre el round 2 de matemáticas y programación.

Sin embargo las tareas no cesan, como dijera el dicho, sigue la mata dando.
Cada ves aumenta mas la dificultad de los ejercicios de las materias ( de todas menos taller de comunicación oral y escrita tengo tanta tarea por hacer, tan pocas ganas de hacerla y tan poco tiempo, empiezo a sentir algo de fatiga y me doy cuenta de que debo deshacerme de todo tipo de distractores, como el internet.

Me siento asfixiado, tengo un examen parcial mañana y creo que Margarita no tendrá clemencia con los ejercicios.

La fiebre de los departamentales ya pasó pero siguen las clases intensas como siempre. Programación no me gusta y empiezo a pensar que no saldré muy bien librado de ella, falta ver que pasará.

Cuidense todos y mucho éxito.

19 de octubre de 2008

Departamentales suspendidos

El pasado viernes a las 10:00 am me presenté en el modulo T aula 23 a presentar el examen departamental de Cálculo Diferencial e Integral, y me encontré con la sorpresa de que habían sido suspendidos, hasta próximo aviso, así que me largué a casa, después de buscar a una maestra que no encontré.

En el camino me encontré con un ex compañero de química 1 el cual me dijo el rumor de que las respuestas de los exámenes habían sido robadas y que lo detectaron.

Hoy con un conocido confirmé el rumor, se filtraron respuestas de varios exámenes, se suspendieron además de los de matemáticas unos del depto. de física, electromagnetismo y otro que no recuerdo.

Según datos de mi ex compañero hace un año fueron robadas las respuestas del departamental de ecuaciones diferenciales, y el departamento de matemáticas respondió el siguiente semestre con un examen obscenamente difícil. Este semestre fueron detectados a tiempo así que posiblemente matemáticas nos querrá dar una lección que nunca olvidaremos, aun no hay fecha para el examen pero algo me dice que no será muy amigable y que los promedios bajarán.

Éxito...

13 de octubre de 2008

Eterno rival.

No se cual fue el principio, pero lo mas cercano que recuerdo a ello, fue aquel día. Lo recuerdo como si hubiera sido ayer, aunque han pasado alrededor de 15 años de eso, probablemente tu no lo recuerdes, pero yo si, el trauma quedo tatuado en mi memoria y dudo algún día olvidarlo.

Era un viernes, pues este día de la semana se instala un tianguis a una cuadra de la casa. En aquel tiempo vivíamos de forma precaria, nunca nos faltó que comer, ni un techo, ni que vestir, aunque fuera usado, siempre tuvimos lo necesario, pero eso no quita el hecho de que no podíamos darnos muchos lujos. Sin embargo aquel día tu traías 20 mil pesos (de esos viejitos que ahora son simples 20 pesos). Fuimos al tianguis y paseamos los dos, recuerdo que compraste un queso panela y me compartiste de el, yo estaba feliz pues me encantaba esa cosa y después me propusiste darme lo que restaba del queso, a cambio de irme a la casa, tu irías a las maquinitas a gastar lo que quedaba del dinero, le único requerimento era que yo no dijera que te habías ido a las maquis, ese fue el acuerdo, el acuerdo que no pude cumplir pues mi madre me saco la información presionándome, se lo dije pero le pedí de condición que no te pegara, condición que ella no cumplió. No le reclamo nada a mi madre, siempre ha sido una buena madre y nunca ha hecho algo con malas intenciones, pero la maldita carencia y la desesperación por estar tan justos de dinero le hizo perder la cabeza.
Llegaste relajado, mi madre estaba furiosa, y no se necesita ser un genio para deducir que te puso una regañiza y una chinga. Yo lloraba mas que tu, escuchando lo que pasaba, frustrado por no poder hacer nada, sabiendo que era mi culpa, por no haber podido cumplir lo que habíamos pactado, terminando el traumatizante suceso nunca volviste a hablarme de la misma manera, me veías con odio, me pegabas cada que tenías oportunidad, me molestabas lo mas que podías y yo que era un cobarde me dejaba y me soltaba a llorar.

Así pasaran los años, yo siendo sobreprotegido por mi madre y tu cada día te hacías mas independiente, no tenías miedo a nada, aprendiste computación con ir a un curso una semana, tenías buenas calificaciones, eras sobresaliente, inteligente, seguro de ti mismo, tenías muchos amigos, podías hacer cualquier cosa, en cambio yo, tenía miedo al mundo, tenía miedo a la gente, durante meses viví oculto en mi habitación duraba semanas sin bañarme, viviendo las aventuras del anime, fantaseando con que esas cosas eran posibles, fuera de este mundo, fuera de la realidad tan asquerosa que yo mismo me había creado, tu te hartabas de regañarme, de decirme inútil, débil, bueno para nada, que saliera al mundo, que no fuera un cobarde, sin embargo yo lo era.

A menudo me reprochabas que ni siquiera había acabado la prepa, a lo cual yo te respondía que tu habías entrado a montón de carreras y no las habías terminado, y tu me decías, por lo menos ya terminé la prepa. Detestaba que fueras así que me dijeras la verdad, pero en el fondo yo quería ser como tu, perder los malditos miedos, tener amigos, que me valieran madre muchas cosas, te envidiaba, y durante años quise superarte, pero sabía que nunca lo haría encerrado en un cuarto viviendo en una mundo de fantasías falsas y sueños perdidos. A tal grado llegué que un día que fui a la tortillería que esta a dos cuadras de la casa, vi la calle como si fuera un lugar distinto, como si nunca antes hubiera estado ahí.

Entonces pediste un préstamo a mi madre para comprar una motocicleta, la activa que aun tenemos, con ella entraste a trabajar únicamente una semana y después de eso te enfadaste y decidiste que mejor irías a la universidad, así que me recomendaste para el empleo, a pesar de que era la persona menos apta para ello, no conocía nada mas lejos de 10 cuadras a la redonda de mi casa, exceptuando San Juan de Dios y la fayuca, que era donde compraba mis videojuegos. Tuve miedo a la propuesta, así que encerrándome en la comodidad de mi mundo falso, te dije que no quería el trabajo, furioso me regañaste, me dijiste tantas cosas verdaderas, que no podía seguir así que nunca sería nada, que no haría nada de mi vida, dijiste tantas cosas que me calaron, tantas verdades, que decidí arriesgarme con tal de que no siguieras.

Así que me "capacitaste" dándome un tour por la ciudad, no tenía ni las mínima idea de donde diablos estaba, esa era mi ciudad pero no sabía donde estábamos, mi sentido de la orientación era pésimo, pero así fue.

Temeroso tomé el trabajo, las primeras semanas fueron un infierno, me costaba encontrar los bancos, perdía durante horas sin saber donde diablos estaba, me frustraba todo, se me quemaron las manos por el sol (pues tenía tanto sin salir a la las del sol por tiempos tan prolongados) aun tengo las manchas de las quemaduras en las manos. Sin embargo, gracias a ese empleo perdí el miedo a andar en la ciudad, recuperé la confianza en mi mismo y por fin me di cuenta de que había desperdiciado mi vida hasta ese entonces.

Fue así que decidí salir de trabajar y regresar a estudiar invadido de miedo al rechazo social, el cual superé y así terminé la preparatoria y ahora me encuentro estudiando lo que me gusta en la universidad.

Pero las cosas no cambiaron tanto entre tu y yo, seguíamos constantemente en conflicto, ya no como cuando eramos niños que me vencías fácilmente, ahora era mas alto que tu y durante un tiempo también mas fuerte, pero las peleas ya no eran como antes, ahora ya no nos agarrábamos a golpes, ahora yo te veía desperdiciando tu vida, de cazatrabajos temporales, entrando y saliendo de las universidades sin decidirte por una, ahora yo te decía lo mismo que tu me decías que no desperdiciaras tu vida, pero yo no pude convencerte, el tiempo pasó y tu te mostrabas antipático a tu país, así que decidiste irte a Canadá, y es ahí donde te encuentras ahora, abriendo los ojos como yo lo hice gracias a tu ayuda (y a la de mucha gente mas) alejado de tu familia, de tus amigos y de tu tierra.

Vivimos en constante conflicto, siempre discutiendo, desaprobándonos y desacreditándonos el uno al otro, criticándonos y peleando, pero en el fondo siempre te admiré por tener esa facilidad para todo.

Durante mucho tiempo intente superarte, ahora veo que no es eso lo que debía de hacer, no debía seguir tus huellas ni ser tu sombra, tenía que buscar mi propio camino y ahora lo he encontrado, quiera admitirlo o no te debo mucho de lo que soy ahora como persona, quizás inconscientemente pero me has enseñado mucho, ya no quiero ser como tu, no quiero seguir tus pasos, ni quiero igualarte o superarte, pero si te agradezco todo lo que has hecho por mi, mi eterno rival, mi hermano Guillermo, te deseo lo mejor, espero aprendas mucho en Canadá, nos veremos en un par de años.

Éxito.