29 de diciembre de 2009

Blind People

La semana pasada me pasó y el día de hoy me volvió a pasar. ¿Qué cosa? Abrí los ojos a una realidad que había decidido ignorar por el dolor que me causaba. Cada que una de sus nobles miradas se fijaba en mi, prefería voltear a otro lado y pretender que no estaba ahí.

Pero inevitablemente abrí los ojos y no me gustó lo que estos vieron y no pude soportarlo.

¿De que estoy hablando? De animales, bestias insensibles y de pobres mascotas con crueles destinos marcados.

Hace mas o menos una semana revisaba un sitio donde se mostraban perros que se daban en adopción, mascotas sentenciadas a morir si no encontraban un hogar, criaturas que no exigen mas que un poco de comida, agua y algo de afecto. No quieren ropa fina y costosa, ni sofisticados teléfonos celulares, ni carros del año u otras anticuadas cosas, solo un lugar para vivir y un poco de afecto y nos parece una exigencia demasiado grande.

¿Hace cuanto decidí cerrar los ojos? Desde el momento en el que supe que estaba fuera de mi alcance ser parte de una solución. En ese momento me olvidé del asunto, los perros no eran invisibles para mi, pero ver un perro callejero no implicaba nada, no me ponía a pensar en lo que le pasaría, en si moriría aplastado en una calle, o encontraría algo que comer para vivir un día mas en el asqueroso mundo que hemos creado los humanos. Solo no pensaba en ello y lo ignoraba.

Pero ahora que lo estoy pensando me siento triste, de no poder ayudar, de saber que hay tantos que necesitan solo de un poco de ayuda que fácilmente podría serles brindada, pero que jamás llegará y no solo no les ayudaremos, si no que también hay mucha gente que los desprecia y los maltrata siendo su único delito el intentar sobrevivir.

Cuanto orgullo debe darnos ser humanos, ser inteligentes y sentirnos dueños de este mundo, pensar que arbitrariamente podemos decidir quien vive y quien no, viviendo solo para pensar estupidas trivialidades y complicarnos nuestra vida. Somos la plaga mas grande que este planeta ha visto y no nos merecemos todo lo que tenemos, pero pensamos que somos superiores.

He visto a la gente pelear unos contra otros, supuestos seres pensantes comportándose como bestias inmundas y he visto mas calidez en un cachorro que en su servidor, que pena de humanidad. Sin embargo algún día la naturaleza nos mostrará que somos pequeños e insignificantes, nos recordará que estamos en este mundo solo de paso y que no nos pertenece y lo mas probable es que seamos nosotrs quienes lo causemos.

Después de varios días enfermo, el cachorro que compró mi hermano ha muerto, estuvo hospitalizado un día y al parecer había mejorado y lo trajimos de vuelta a casa, estuvo por aquí paseando un rato pero finalmente terminó su sufrimiento.

En los pocos días que estuvo aquí me agarró cariño y yo le agarré cariño a el, le llamaba mi "sobrino" se orinó tres veces en mi cama y seguido me buscaba para que lo abrazara y dormirse en mis brazos o mis piernas, pensaba que este duro y frío corazón ya no funcionaba pero no puedo evitar sentirme triste.

Aunque duela, creo que todos deberíamos abrir los ojos de vez en cuando, quizá no tengamos una solución, pero creo que darnos cuenta de lo que viven los pobres animales de las calles nos sirve para por lo menos darles un trato mas digno.
Éxito.