20 de julio de 2008

Pixa Loca Rock

Hace alrededor de 5 o 6 años dejé la escuela permanentemente para conseguir un empleo. En aquel tiempo era yo un tipo solitario, desorientado, desubicado y cabe mencionar que tambien era bastante tonto, no sabía que quería de mi vida.

Abandoné mis estudios para dedicarme a trabajar en una pizzería ganando 438 pesos semanales (incluyendo bonos de puntualidad) mas una pizza personal y un refresco de lata al día y media hora de descanso para comer.

Mi amigo Gus y yo fuimos a solicitar el trabajo de cocineros, nos lo dieron sin pedir muchos requisitos, era el primer empleo formal que tendría en mi vida (el de el ojitos no cuenta, ese queda para otra entrada). Feliz de que iba a trabajar, me dirigí con mi playera a mi casa, me cambié y me fuí a la sucursal de Mercede Celis donde sucederían todo tipo de aventuras.

Mi amigo Hector había ido una semana antes a solicitar el empleo y ya estaba trabajando en esa sucursal por lo que no todas fueron caras nuevas para mi, nervioso al inicio, me costo una semana acostumbrarme a estar de pie casi 8 horas preparando pizzas, después de eso desapareció el dolor de espalda.

Conocí varias personas ahí como:

*Margarito(la foca), el gerente de la suicursal, un nigger alto gordo y bigoton, con voz de señorita, mi primera impresión de el fue: "es gay". Heriberto le puso el apodo de la foca, por que una ocasión se quemó la mano en el horno e hizo: au au au au.

*Socorro (Coco), la subgerente una güera media gorda, fanatica de su religión, era cristiana o algo así, constantemente hablaba de pecado y cosas así, era una mojigata, pues segun ella muy fiel a sus creencias y era amante de Margarito.

*Heriberto, el repartidor amigable, un excelente amigo, era la persona que platicaba con todos, le ponía apodos a todos y bromeaba con todos, se la llevaba bien con todo mundo, y nos hacía reir con sus observaciones, a cada rato llegaba tarde y crudo pero nunca lo regresaban pues al gerente la caía muy bien. Sabía mucho de música escuchaba Ska y cosas así.

*Santana (condor), el otro repartidor, no le caía muy bien a la gente que digamos, hablaba como cholo y decía la leyenda que su esposa lo manipulaba, siempre contaba sus anecdotas en las que el era el heroe y salvaba el día y cosas así. Yo le puse el apodo de condor, pues juro que el tipo se parecía a condorito, odiaba el apodo.

*Adríana (la coneja), era la cocinera sonriente, entró a trabajar a la pizzería por que su esposo se fue a trabajar a Estados Unidos de mojado y para tener una fuente de ingresos, tambien le puse yo el apodo, por los dientes.

*Gaby (cocinera) la detestaba, ella me enseño a hacer las pizzas y cada que me equivocaba me la hacía de pedo, era hartante y castrante siempre me traía asado.

*Cocinero X, no recuerdo su nombre, le gustaba Coco, por lo que el y Margarito estaban constantemente en conflicto, se parecía a Roberto Gómez Bolaños, le caía bien a la gente.

*El tío, un anciano que iba todas las noches a recoger las charolas a todas las sucursales, diario andaba fumando, mugroso y desaliñado, cuenta la leyenda (inventada por Heriberto) que el ingrediente secreto de la masa de las pizzas era el sudor del tío.

*El compañerito, andaba en su camioneta, era quien entregaba todos los dias el ingrediente en las sucursales, constantemente en conflicto por que a veces faltaba ingrediente, despues lo corrieron.

*La hija de margarito, no recuerdo su nombre, pero odiaba a esa maldita perra, iba solamente los fines de semana y se la pasaba haciendose pendeja, le pagaban horas extras y no hacía ni madres.

Durante bastante tiempo trabajamos en la pizzería aguantando sus pendejadas, que los días de limpieza nos tocara hacer lo mas jodido, que pusieran videorola todo el jodido día, que los fines de semana nos chingaramos a la hora pico mientras el trio de huevones (Socorro, Margarito y su Hija) se hacian pendejos tragando, que nos tocara el peor horario etc.

Heriberto era la botana, seguido "se quedaba sin gasolina" y regresaba al rato despues de haberse cambiado los tenis o algo así, aparte cuando no daba con el domicilio le vendía las pizzas a alguien mas, despues llamaba el cliente preguntando por sus pizzas y Heriberto respondía: no di con el domicilio y se las vendí a unos rancheros.

A veces nos mandaban a volantear la zona, era una hueva, pero por lo menos era actividad al aire libre, una ves nos mandaron al condor y a mi y nos fuimos al billar que estaba a una cuadra de la pizzería.

La pizza personal que nos daban para la hora de la comida no rendía ni madres, asi que nosotros estirabamos de mas la masa y la hacíamos chica y una ves Hector logro hacerla del tamaño de una mediana, al gerente no le gustó, pero igual nos valió madres.

Cuando estuvimos hartos de sus pendejadas y decidimos renunciar, elegimos un sábado para que les tocara la chinga del domingo, renunciamos Hector y yo y al día siguiente fuimos a comernos un coctel de camarones en un local que estaba justo en frente de la pizzería, nos miraban con desprecio, a Heriberto le valio madres y fue a que le compartiéramos de nuestro coctel de camarones, supimos que la carga laboral fue tal, que no pudieron con los pedidos, que las pizzas se quemaron, clientes llamaron a cancelar sus pedidos, y que Margarito se puso a llorar culpando el calor del horno, eso les pasa por no valorar a sus empleados. Pero igual nadie es indispensable, al tiempo consiguieron nuevos reclutas, a veces paso por ahí y siempre hay nuevos empleados, de la manera en que negrean a la gente y con la mierda de paga que dan no me sorprende que no les dure la gente.

Pinche chamba estaba de la verga, no se por que aguantamos tanto, hay muchas cosas mas para contar, pero será en otra ocasión.

Cuidense y Éxito.